MAPFRE baja puestos en la clasificación anual de compromisos contra el cambio climático de las principales aseguradoras

  • MAPFRE ocupa el décimo puesto a nivel mundial en cuanto a sus restricciones al aseguramiento de combustibles fósiles y el décimo segundo en materia de desinversión, lo que supone un retroceso con respecto a 2021, según el informe publicado este miércoles por la coalición Insure Our Future. 
  • El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) pide más ambición al sector asegurador para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. 

Las principales aseguradoras internacionales están dejando de asegurar nuevos proyectos de petróleo y gas, empezando a alcanzar las restricciones adoptadas en relación con el carbón. Es una de las conclusiones que puede extraerse del 2022 Scorecard on Insurance, Fossil Fuels and the Climate Emergency, un análisis publicado este miércoles que evalúa las políticas de las 30 principales aseguradoras internacionales en relación con los combustibles fósiles. 

En el ranking recién publicado, puede observarse que la española MAPFRE ocupa el décimo puesto en materia de suscripción y el décimo segundo en materia de desinversión, lo que supone un retroceso con respecto a 2021, cuando ocupaba los puestos séptimo y octavo en estas materias, respectivamente. Esto significa que, si bien los nuevos compromisos adoptados por MAPFRE suponen una mejora, se quedan por debajo de las mejores prácticas del sector entre sus homólogos europeos. El IIDMA publicó en junio un informe en el que se analizan los avances y puntos débiles de los nuevos compromisos de MAPFRE para descarbonizar su cartera en línea con sus objetivos climáticos que puedes consultar aquí

El sector asegurador tiene un papel clave en el impulso de la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, debiendo alinear su negocio al objetivo de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5ºC. Insure Our Future, coalición mundial de organizaciones internacionales de la que el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) forma parte, sostiene que las aseguradoras deben abandonar por completo los combustibles fósiles y demostrar que el sector está comprometido con los objetivos climáticos.  

Quentin Aubineau, abogado ambiental del IIDMA, señala: “Es fundamental que las aseguradoras dejen de apoyar a las compañías que cuentan con planes de expansión basados en combustibles fósiles. De lo contrario, no pueden pretender reducir su exposición a compañías intensivas en carbono cuyas actividades son incompatibles con la consecución de los objetivos del Acuerdo de París”.

Los seguros, el «talón de Aquiles» de los combustibles fósiles 

A nivel internacional, se observa que Allianz, AXA y Axis Capital son las mejor posicionadas por sus políticas de abandono del carbón, mientras que Aviva, Hannover Re y Munich Re lo son en cuanto a petróleo y gas. En la parte más baja de la clasificación se encuentran las compañías que todavía no han adoptado ninguna medida de restricción a proyectos de combustibles fósiles, como las estadounidenses Berkshire Hathaway y Starr o la bermudeña Everest Re. La aseguradora británica Lloyd’s of London también obtiene una puntuación muy baja por haber anunciado su salida del carbón para 2020 y posteriormente declararlo “opcional”. 

Liberty Mutual, Chubb y Tokio Marine han adoptado algunas restricciones al carbón, pero siguen asegurando activamente a la industria del petróleo y el gas. Las aseguradoras chinas PICC y Sinosure no han adoptado ninguna restricción a los combustibles fósiles pero se han comprometido a no asegurar nuevas centrales de carbón en el extranjero. 

Peter Bosshard, coordinador internacional de la campaña Insure Our Future, considera que «los seguros son el talón de Aquiles de la industria de los combustibles fósiles, por lo que el sector asegurador tiene el poder de acelerar la transición energética”.  

Por otro lado, cabe destacar que aunque a nivel global hayan aumentado las restricciones al petróleo y gas, estas se han producido de una manera muy desigual: Mientras Aviva y Hannover Re han puesto en marcha políticas fuertes, no tiene gran relevancia en el sector del petróleo y gas. Sin embargo, las principales aseguradoras de combustibles fósiles (AIG, Chubb, Lloyd’s o Tokio Marine) siguen sin adoptar restricciones al petróleo y el gas convencionales. 

El carbón, por su parte, es cada vez menos ‘asegurable’ fuera de China. El número de pólizas de salida del carbón ha pasado de 35 a 41 este último año, y las grandes aseguradoras estadounidenses AIG y Travelers se han sumado finalmente a la lucha. 

Catástrofes climáticas

Los desastres naturales producidos como consecuencia del cambio climático causaron pérdidas al sector asegurador por valor de 280.000 millones de dólares en 2021, según un estudio de Munich Re. Lo cierto es que muchos de estos desastres ya no pueden calificarse como “naturales” pues se sabe, tal y como indica de manera inequívoca el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero producidas por la quema de combustibles fósiles son responsables de muchas de estas catástrofes.  

Ante esta situación, algunas compañías —en particular Munich Re, Swiss Re y Hannover Re— están aumentando las tarifas a sus clientes para la cobertura de este tipo de catástrofes y/o retirándose por completo de zonas muy expuestas a riesgos climáticos. Insure Our Future considera que este aumento de costes debería ser cubierto por las empresas contaminadoras.  

Otra de las cuestiones que puede extraerse de este análisis es que la falta de acción voluntaria por parte del sector asegurador ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor regulación. Ariel Le Bourdonnec, activista de Reclaim Finance, pone como ejemplo la rapidez con la que la Unión Europea prohibió la provisión de seguros para el transporte de crudo ruso, demostrando de esta forma la capacidad regulatoria ante situaciones de crisis: «La emergencia climática es la crisis que define el siglo XXI y los reguladores deberían actuar con la misma decisión con la que han respondido a la guerra de Ucrania. Deberían obligar las aseguradoras a alinear sus actividades con un escenario 1.5ºC”. 

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