El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) afirma que es necesario cerrar Es Murterar, la central térmica de Alcudia, para contribuir en la lucha contra el cambio climatico y cumplir con los compromisos del Acuerdo de París. La central, que dispone de cuatro grupos térmicos y una potencia eléctrica neta de 468 MW, es fuente del 68,5% de las emisiones de CO2 relacionadas con la producción de electricidad en Baleares. Estas emisiones, a las cuales Es Murterar contribuyó en 2016 con 2,36 millones de toneladas, afectan de forma directa al medio ambiente, en una Comunidad Autónoma insular que es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. Asimismo, la central emite a la atmósfera grandes cantidades de dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas, especialmente contaminantes y nocivas para la salud.
Según el Informe “Dark Cloud”, realizado por diferentes organizaciones europeas, Es Murterar provoca en un año hasta 54 muertes prematuras , siguiendo datos de emisiones de 2015. Según otro Informe elaborado por la consultora internacional financiera IEEFA, el Grupo Enel, el mayor accionista de Endesa, la propietaria de la central térmica, planea inversiones de 100 millones de euros en la mejora de las instalaciones para que la central pueda cumplir con los límites de emisiones que le exigirá la legislación europea a partir de 2020. Según la consultora esta inversión no tiene sentido alguno en la situación actual, donde se plantea un escenario de abandono progresivo del carbón a nivel global.
Los grupos 1 y 2, que se deben cerrar de forma prioritaria, tienen una antigüedad de más de 35 años y no son necesarios para garantizar el nivel de suministro de energía en la región. Por ello, IIDMA apoya la decisión del Govern de Baleares, que ha anunciado recientemente la intención de cerrar la central térmica de forma progresiva. Este cierre constituye una de las principales medidas incluidas en el Plan de Transición Energética de las Baleares, cuyo objetivo es la reducción de las emisiones de CO2 y la progresiva incorporación de las energías renovables.
A pesar de que 13 de las 15 centrales térmicas de carbón en activo en nuestro país están incluidas en el Plan Nacional Transitorio – que ha sido denunciado por IIDMA ante el Tribunal Supremo al no cumplir con los requisitos establecidos en la Ley-, la central de Es Murterar se encuentra acogida a la Excepción de Pequeña Red Aislada. Está excepción la exime de cumplir con los límites de emisión de la normativa europea hasta el 31 de diciembre de 2019.
“El cierre gradual de la central de Es Murterar constituye sin duda el paso a seguir para garantizar la transición a un modelo energético Balear más sostenible. La instalación de nueva potencia renovable junto con un mayor uso de las centrales existentes de gas natural permitiría garantizar el suministro. El sistema eléctrico Balear dispone de más de 850 MW de potencia en ciclo combinado fuertemente infrautilizada en los últimos años, ya que no han cubierto ni el 20% de la demanda” afirma Massimiliano Patierno, ingeniero medioambiental de IIDMA.
“Apoyamos la decisión del Govern de Baleares, ya que está en línea con lo que IIDMA lleva trabajando durante bastante tiempo. El carbón es una energía que está en vías de desaparición, y es necesario tener un plan de abandono progresivo para que haya una transición justa y con sentido. La mayoría de países europeos se están comprometiendo a salir del carbón, e incluso se ha lanzado una Alianza para el abandono del carbón durante la Cumbre del Clima, en la que participan países como Canadá, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda o Portugal. Baleares estaría en línea con esta política de innovación, mientras que el Gobierno central está demostrando inmovilismo y muy poca visión a largo plazo” afirma Ana Barreira, Directora de IIDMA.