- El IIDMA ha preparado un corto animado que explica la relación entre la actividad del sector bancario con la lucha contra el cambio climático.
El sector bancario es uno de los más significativos para contribuir a lograr los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, que buscan evitar que la temperatura global del planeta supere 1,5ºC y alcanzar la neutralidad climática en 2050. Para ello, es esencial que apoyen una descarbonización real de la economía.
El Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) lleva cuatro años examinando las políticas climáticas y ambientales de los principales bancos españoles (Bankinter, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Santander). Así, ha publicado diversos análisis como ‘La banca española y el reporte de cuestiones ambientales: Análisis de los Estados de Información No Financiera 2021’ o ‘Briefing 2021: Evaluación de los nuevos compromisos sectoriales de la banca española’.
El Código de Comercio establece que los bancos tienen la obligación de publicar “los elementos importantes de las emisiones de gases de efecto invernadero generados como resultado de las actividades de la empresa, incluido el uso de los bienes y servicios que produce; las medidas adoptadas para adaptarse a las consecuencias del cambio climático; las metas de reducción establecidas voluntariamente a medio y largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y los medios implementados para tal fin”. Sin embargo, tal y como viene alertando el IIDMA desde hace tiempo, estas entidades el impacto ambiental y climático de sus operaciones financieras.
¿Cómo puede favorecer la banca proyectos contaminantes?
La banca puede apoyar proyectos contaminantes de dos formas. Por una parte, financiando directamente estos proyectos. Por otra, concediendo créditos a empresas que llevan a cabo actividades contaminantes. Esta segunda modalidad es lo que se conoce como financiación corporativa o indirecta.
En los últimos años, algunas entidades se han comprometido a descarbonizar sus carteras financieras. Pero la situación de emergencia climática hace que estos compromisos sean insuficientes. En palabras del abogado del IIDMA Quentin Aubineau, “es urgente que se deje de apoyar actividades económicas intensivas en carbono que resultan incompatibles con los objetivos del Acuerdo de París”.