Un reto necesario: claves para transformar la siderurgia

[Artículo originalmente publicado en la revista Energías Renovables]

La siderurgia es uno de los procesos más contaminantes del sector industrial, debido al uso de carbón para producir acero. A nivel mundial es responsable de más del 7% de las emisiones de carbono, produciendo cada año alrededor de 2.000 millones de toneladas de este material.

Según la Agencia Internacional de Energía, de aquí a 2050 la demanda de acero aumentará más de un tercio, principalmente en los países en desarrollo, con sus consecuentes impactos, por lo que resulta evidente la necesidad de lograr para mucho antes de esa fecha la transformación de este sector.

Para ello, resultará fundamental dejar de quemar fósiles e incorporar vectores energéticos alternativos, como el hidrogeno verde, que sirva de combustible y agente reductor en los procesos para producir hierro de reducción directa. También, se debe fomentar el uso exclusivo de fuentes renovables para suministrar energía a los hornos de arco eléctrico. Sin embargo, ambas opciones implicarán un incremento a gran escala de potencia renovable, por lo que es imprescindible garantizar que este se lleve a cabo de forma planificada y compatible con la protección de las comunidades locales, la biodiversidad y el territorio. No obstante, la transformación del sector siderúrgico no debe enfocarse exclusivamente en términos de “descarbonización”. La solución no debe basarse en sustituir una fuente de energía por otra, sino que se debe apostar por soluciones enfocadas a la reducción de la demanda mediante la mejora en la eficiencia de los materiales y nuevos modelos de negocio circulares, así como en incrementar el porcentaje de reciclado del acero.


En España, el sector siderúrgico también juega un papel de especial relevancia dentro del sector industrial, que es responsable del 22,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero. La producción del acero se basa en su mayoría en el uso de hornos de arco eléctrico, a excepción de la acería de Gijón, propiedad de ArcelorMittal, que utiliza carbón y forma parte de las diez acerías más contaminantes en Europa según datos de Eurostat.

Con independencia de la aprobación, en diciembre de 2022, del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) de Descarbonización Industrial, que aspira a poner en marcha las inversiones necesarias para la descarbonización del sector, no se cuenta todavía con una hoja de ruta que incluya objetivos y medidas a corto y medio plazo que garanticen la transformación que se necesita, ya que e sta no puede ni debe depender solamente de la existencia de ayudas económicas.

Tanto es así que, bajo el marco de este Perte, en abril de 2023 ya se concedió una subvención de 450 millones de euros a Arcelormittal para su acería de Gijón para la construcción de una planta de reducción directa alimentada con hidrógeno verde, que permitiría sustituir uno de los dos hornos altos que quemaban carbón.

Esta inversión es parte del plan de descarbonización de la empresa, que incluye también la puesta en marcha de un horno de arco eléctrico híbrido. Sin embargo, está aún pendiente de aprobación por parte de la empresa, no quedando suficientemente claro si finalmente se producirá, a pesar de haberse otorgado la subvención.

El recorrido hacia la transformación integral de la siderurgia española no es tarea fácil y el sector está llamado a enfrentarse a importantes desafíos. Para lograrlo, es imprescindible contar con una planificación temprana y adecuada con hitos a 2030 y 2040, objetivos de reducción de la demanda, mejora de eficiencia energética y reciclaje, de electrificación de los procesos y del uso de hidrógeno verde y energías renovables, así como abordar el problema de la gran volatilidad de los precios de la energía. Es en esta planificación y bajo estrictas condiciones en cuanto a su aplicación, en la que se debe basar la inversión público–privada que se otorgue.

Massimiliano Patierno

Massimiliano Patierno es ingeniero ambiental del IIDMA. Cuenta con una amplia experiencia en la Directiva de Emisiones Industriales y los documentos de referencia sobre las Mejores Técnicas Disponibles (BREF), así como en la Directiva de Calidad del Aire y la legislación sobre suelos contaminados, entre otros.

Carlota Ruiz-Bautista

Carlota Ruiz-Bautista es abogada especializada en derecho ambiental y energía. Tiene amplia experiencia en el desarrollo e implementación de proyectos en las áreas de transición energética, cambio climático, pesca, agricultura, gobernanza climática y calidad del aire.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.