Planes de Acción Climática para Impulsar la Descarbonización por las Empresas en España

Madrid, 30 de marzo 2021. El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC) celebró el jueves pasado la jornada semipresencial “Planes de Acción Climática para Empresas Españolas: Mejores Prácticas Corporativas y Financieras”, organizada por Climate Strategy & Partners y el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA) en colaboración con el Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV) y Vivid Economics. El propósito de esta jornada fue trasladar a los miembros del Senado de España la necesidad de adoptar planes de acción climática por parte de las empresas españolas para impulsar la descarbonización de la economía conforme con las metas del país.

Esta jornada se celebró en el contexto del proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética (LCCTE) que se encuentra en tramitación parlamentaria y se prevé que llegue al Senado en abril. Los ponentes -expertos y profesionales provenientes de diferentes ámbitos y sectores económicos vinculados a la sostenibilidad- resaltaron la importancia de requerir mediante la LCCTE planes de acción climática para todas las empresas españolas.

La Directora del CEPC, Yolanda Gómez Sánchez, inauguró la jornada haciendo hincapié en la actual relevancia que tienen los asuntos de sostenibilidad “por razones jurídicas, políticas y sociales”. Posteriormente, Miriam Zaítegui, Directora del Programa de España de la European Climate Foundation, hizo una referencia directa a la oportunidad que la LCCTE da a España para guiar a las empresas en “la adopción de planes de acción climática” y así “alinear los intereses públicos y privados”. Carlos Bravo Villa, fundador de Salvia, Energía, Derecho y Medio Ambiente y moderador de la jornada, finalizó la inauguración recalcando el muy importante rol del Senado en “incluir en la LCCTE la necesidad de que las empresas públicas y privadas realicen planes de acción climática”.

Introdujo el tema central de esta jornada Peter Sweatman, director general de Climate Strategy & Partners, ofreciendo a los asistentes una visión global acerca de las mejores prácticas para la adopción de planes de acción climática, las tendencias regulatorias y de mercado que hacen necesario estos planes en las empresas, y por tanto la gran oportunidad que tiene España de requerir estos planes mediante la LCCTE. En especial, Peter Sweatman indicó que “ya hay muchas empresas españolas que se encuentran entre los líderes mundiales de buenas prácticas en sostenibilidad”. España es uno de los países con una significativa proporción de empresas de alto impacto que tienen compromisos de cero emisiones netas basados en la ciencia. Sweatman concluyó su presentación destacando que todas las empresas españolas y sus clientes se beneficiarán de una mayor competitividad en la transición energética y ecológica gracias a la integración de planes de acción climática, siendo la LCCTE la oportunidad perfecta para apoyar dicha integración.

La siguiente presentación de Gonzalo Sáenz de Miera, Vicepresidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV), secundó las palabras de Sweatman al exponer el apoyo que las empresas españolas miembros del Grupo dan a la recuperación “verde”, en especial mediante la adopción de planes de acción climática sectoriales. El GECV, compuesto por más de cincuenta empresas que abarcan gran parte del IBEX 35 así como un conjunto de PYMES innovadoras, apuesta por los proyectos y soluciones verdes como dinamizadores de la economía, y tiene una intensa participación en el debate de políticas climáticas y la recuperación verde tanto en España como a nivel europeo. Sáenz de Miera dejó claro que “la descarbonización de la economía es una fuente de oportunidades para modernizar la industria y generar empleo”, y para elevar la competitividad de España en el ámbito internacional: “ya no hay que sacrificar competitividad por lo verde: si España no aprovecha esta oportunidad lo van a aprovechar otros países”. “Las empresas estamos dispuestas a invertir y disponemos de la tecnología necesaria, pero necesitamos políticas y alianzas que nos permitan avanzar hacia los objetivos de desarrollo sostenible”, concluyó Sáenz de Miera.

La Directora del IIDMA, Ana Barreira, dirigió el enfoque de la jornada hacia el sistema financiero y el “rol fundamental que tiene la banca para el desarrollo de actividades empresariales sostenibles”. Basándose en un reciente informe del IIDMA, la Directora expuso las políticas ambientales, sectoriales y de divulgación de la banca y demostró que, a pesar de los compromisos climáticos adoptados por la banca en los últimos años, es necesario introducir mejoras para reducir las emisiones asociadas a sus actividades de financiación. Entre estas trayectorias, Ana Barreira recomendó que los bancos adopten políticas más restrictivas a la financiación de combustibles fósiles acordes con el Acuerdo de París y la Agenda 2030 y elaboren sus Estados de Información No Financiera siguiendo las buenas prácticas en divulgación establecidas por iniciativas globales. Barreira concluyó destacando la importancia de los planes de acción climática para ayudar a los bancos “a avanzar en la senda ya iniciada”.

En cuarto lugar tomó la palabra el invitado especial Christopher Hohn, fundador del TCI Fund Management e importante promotor del desarrollo e implementación de planes de acción climática en las empresas. Hohn recalcó el papel esencial de la iniciativa Say on Climate, que promueve que estos planes estén sometidos a la votación de los accionistas para asegurar su activa participación en las políticas de sostenibilidad de las empresas. En efecto, Hohn fue el inversor que impulsó a la empresa española AENA a someter su plan de acción climática a votación en las juntas, convirtiéndose así en la primera empresa en el mundo en tomar dicha decisión. Aunque los inversores y la sociedad civil tienen hoy en día un rol importante promoviendo que las empresas desarrollen planes de acción climática, Hohn destacó que sólo es posible convertir esta práctica en un estándar y lograr beneficios macroeconómicos mediante un régimen normativo. Por lo tanto, es necesario incluir el desarrollo y la divulgación de planes de acción climática como obligaciones vinculantes en este régimen. Hohn también incidió que requerir planes de acción climática es un “gran beneficio para todos los actores del sector” y de “interés propio para los inversores y para España”, ya que “si las empresas españolas se quedan atrás en este espacio, serán superadas por otras empresas extranjeras”. De igual forma, el desarrollo de estos planes es beneficioso para la banca, ya que la falta de información en el ámbito de acción climática acarrea un riesgo financiero sistémico.

Finalmente intervino Juan Carlos Arredondo, Engagement Manager de la consultoría Vivid Economics, quien se centró en las empresas públicas españolas y su potencial de descarbonización hacia las metas españolas de cambio climático. “Las empresas públicas comparten responsabilidad en el combate del cambio climático. Son parte del problema pero también de la solución”, señaló Arredondo al resaltar que el portafolio de empresas públicas españolas no está alineado con el Acuerdo de París, a pesar de la presencia gubernamental en sus Consejos de Administración, y a pesar de tener un peso relevante en las emisiones de España. Arredondo mencionó que solamente 7 de 25 empresas tienen planes de acción climática, y alguno de ellos con bajo nivel de detalle. Sin embargo, Arredondo afirmó que la descarbonización de estas empresas se traducirá en impactos positivos sobre sus ingresos y sobre la generación de empleos a largo plazo. Por lo tanto, todas estas empresas deberían comenzar su trayectoria de alineación con el Acuerdo de París, siendo los planes de acción climática clave para ello.

La jornada finalizó con una sesión de preguntas a los panelistas. Todos ellos volvieron a incidir en la importancia de que las empresas tanto públicas y privadas, así como el sector financiero, tengan planes de acción climática para asegurar su crecimiento y competitividad futuros. No obstante, al no tener una normativa que guíe a las empresas en este respecto, “se crea confusión en el mercado sobre las mejores prácticas a seguir”, explicó Arredondo. Concluyó la sesión Miriam Zaítegui resumiendo claramente el mensaje principal de esta jornada: “las empresas tienen que respaldar el Acuerdo de París, pero para ello tienen que ser apoyadas por el régimen legislativo y, en especial, la Ley de Cambio Climático y de Transición Energética”.

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